Holodomor

En noviembre, la comunidad ucraniana en todo el mundo recuerda su propio genocidio, el Holodomor (morir de hambre). Un genocidio que, al igual que el armenio, ha sido olvidado y, pese a las pruebas irrefutables, puesto en duda por muchos.Entre 1932 y 1933 murieron como consecuencia directa de la hambruna millones de personas (las cifras varían desde un piso de cuatro millones hasta incluso más de diez millones). Como en todo crimen, hay víctimas y victimarios, y éstos siempre tienen nombre: José Stalin, principal responsable de lo que fue la hambruna artificial más grande de la historia. La idea era colectivizar a la fuerza los campos de Ucrania (el granero de la ex Unión Soviética) y exterminar la mayor cantidad de campesinos posible para evitar todo intento de nacionalismo. La sola concepción del hecho lo vuelve aborrecible, dramático y absolutamente condenable por cualquier ser humano, más allá de su origen. Ya son muchos los países que lo reconocen como genocidio.

Deseo, por el descanso en paz de las víctimas, por la paz de sus propios descendientes en el mundo y por el bien de la humanidad toda, que no sólo se lo reconozca como se debe, sino que se lo difunda. La verdad condena, y si el hombre no lo hace, la historia siempre vuelve? morir de hambre en un hermoso país regado y bendecido de trigo.

Vaya entonces este pequeño homenaje a todos los ucranianos fallecidos por el Holodomor y a sus orgullosos descendientes en todo el mundo.

Gustavo Fernando Sterczek

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