LAS APETITOSAS TRADICIONES DE LVIV. EL CAFÉ ENTRE OTRAS

Sabía Ud…..?

El ritual de la preparación y degustación del café entre los Lviviany (habitantes de Lviv. J.T.) forma parte de la cultura nacional, y no gratuitamente la ciudad es llamada la Viena ucraniana. Allí, una taza de café se asocia con un momento de tranquilidad en la vorágine de las actividades del día, o cuando se despierta por la mañana y precisa, ordenar sus ideas para el día que comienza.

La tradición de consumir café se asocia con el nombre del cosaco Yurij Kulchytsky. En 1863, en circunstancias en que los turcos rodearon Viena, Yurij salvó a la ciudad. Se vistió con atuendo de los turcos, y logró atravesar las filas del ejército invasor, con el fin de llegar hasta los aliados y pedir ayuda para salvar Viena. Por este noble hecho Yurij Kulchytsky fue premiado generosamente por los vieneses, quienes le regalaron 300 bolsas de café turco.

Luego de unos años, Yurij estuvo en Turquía, tomó conocimiento de la tecnología en preparar el café, la cual con mucha maestría, la adaptó al gusto europeo de consumir café, agregándole azúcar y crema. Y así nació el conocido café a lo “vienés”. Con el tiempo Kulchytsky abrió varias cafeterías en Viena y esta tradición rápidamente pasó a Lviv.
En forma masiva las “bombonerías” (en original copiamos de las “tsukerni” o sea las asociamos a las cafeterías, que tenían algo más. J.T.) se extendieron en Lviv en los principios de 1800. Y llegaron a tener una popularidad tal que Lviv, con sus restaurantes y bombonerías, les creaba una real competencia a los negocios similares de Viena, e inclusive los austríacos de Viena, iban a Lviv a degustar las exquisiteces de las bombonerías de la ciudad.

Desde la mitad del siglo XIX fueron abiertas en Lviv cafeterías muy interesantes. Por ejemplo en Lviv estaba la cafetería “Central” la cual estaba abierta hasta las 3 horas de la madrugada (¡). Y a parte del maravilloso café y degustación de dulces, a los clientes se les ponían a disposición diarios y periódicos en diferentes idiomas; esperando el pedido los clientes podían jugar al billar (hombres. J.T.) y las mujeres tenían un salón especial.

En Lviv existían también las conocidas “cocinas baratas” (en realidad debemos salir de la traducción literal y eran “restaurantes baratos”: J.T.) Y en el transcurso de la I Guerra Mundial estos “baratos restaurantes” fueron creados para los habitantes más pobres de la ciudad y para las familias de los soldados, y en los que el precio de un almuerzo común era “a voluntad”. Todos los días se preparaban en los mismos algo más de 40 mil almuerzos. (!).

Por desgracias la mayoría de los viejos restaurantes, bombonerías y bares no se preservaron hasta nuestros días. Aunque entre los mil lugares en los que se aprovisionaba la gente de alimentos, café y demás existen en la fecha en Lviv, algunos que lograron sobrevivir las dos guerras, ocupaciones varias o sea tiempos difíciles.

Los que sobrevivieron siguen siendo muy particulares y asombran a la gente.

Dr. Jeremías M.Taurydzkyj
Redactor R.C.U.

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