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También incluye el desalojo de los edificios públicos tomados. A cambio habrá una amnistía para los separatistas prorrusos y una reforma constitucional que respete las etnias regionales.

En una negociación de última hora con Estados Unidos, la Unión Europea y Ucrania, el gobierno ruso de Vladimir Putin resolvió desarmar las milicias ilegales que operan en el este ucraniano para de esa manera frenar la escalada bélica que se estaba produciendo en la región.

El pacto también incluye la evacuación de los edificios ocupados por los grupos prorrusos. «Todos los grupos armados ilegales deben ser desarmados, todos los edificios invadidos ilegalmente deben ser devueltos a sus propietarios legítimos, todas las calles, plazas y lugares públicos deben ser liberados», sostiene el documento firmado hoy en Ginebra.

A cambio, Ucrania se comprometió a no tomar represalias con los rebeldes. «Una amnistía será concedida a los manifestantes y a aquellos que dejen edificios y otros lugares públicos y entreguen las armas, con excepción de los responsables de crímenes graves», indica el acuerdo.

Por otro lado, el gobierno de Kiev acordó también comenzar un proceso de reforma de la Constitución que incluya las demandas y aspiraciones de todos los ciudadanos del país. Esto se refiere básicamente a los rusos del este que vienen demandando una federalización del país.

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, anunció el acuerdo al término de la reunión celebrada tras una escalada de la tensión en el este de Ucrania, donde en las últimas semanas grupos de activistas prorrusos tomaron varias dependencias oficiales.

Un grupo de observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) viajará al lugar para garantizar la seguridad, así como la liberación de los detenidos durante la toma de dependencias públicas y otros actos fuera de la ley en esa región, indicó Lavrov.

«Se acuerda que esa misión debe tener un rol preponderante en asistir a las autoridades ucranianas y a las comunidades locales en la implementación de las medidas para rebajar las tensiones allí donde más se necesiten, empezando en los próximos días», sostuvo.

EE.UU., Rusia, la Unión Europea y Ucrania se comprometieron a apoyar el funcionamiento de la misión de la OSCE, incluso aportando observadores a ella.

El canciller estadounidense John Kerry señaló que este acuerdo es parte de un compromiso más amplio al que llegaron todas las partes. A través de él se debe «restaurar la seguridad en el país”, puntualizó Kerry, agregando que “esto implica que Rusia debe mostrar su seriedad» retirando el apoyo que le venía dando a los ciudadanos prorrusos que ocupan edificios públicos.

Fuente: diario Clarin (17/04/2014)

Secretariado de la R.C.U.

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